Que es el bioplásticos y en que se utiliza
Los bioplásticos son un tipo de plásticos que se caracterizan por estar fabricados a partir de materiales orgánicos (de ahí que se denominen con el prefijo “bio”) y que, en consecuencia, son biodegradables. Este tipo de materiales imita al plástico pero, siendo exquisitos en su denominación, no se puede estar hablando realmente de plástico, ya que no se produce a partir del petróleo. Sin embargo, debido a que su uso está destinado principalmente a la sustitución de los plásticos de un solo uso, se han popularizado con este nombre.
Los plásticos de un solo uso son los envoltorios, las bolsas de supermercado, las pajitas para sorber líquidos, los cubiertos y vajilla desechables, etc. Estos objetos, que forman parte común de muchas acciones de nuestra vida cotidiana, están fabricados con diferentes tipos de plásticos de la industria petroquímica (los más comunes son polietileno, polipropileno, o ABS y PET entre otros muchos). Estos plásticos no son biodegradables y, en consecuencia, su utilización en este tipo de usos conlleva la generación de una gran cantidad de basura aunque se estén popularizando el reciclaje de botellas de plástico o las telas elaboradas con botellas.
Científicos de la Universidad de Tel Aviv se han embarcado en un proyecto que pretende emplear algas para crear una nueva generación de bioplásticos
Para lograrlo, han utilizado bacterias Haloferax mediterranei que se alimentan de los carbohidratos de las algas y los metabolizan en polihidroxialcanoatos, un tipo de poliéster producido en la naturaleza por medio de la acción de bacterias, normalmente por fermentación de azúcar o lípidos. Los polihidroxialcanoatos son uno de los campos de investigación más prometedores, ya que los bioplásticos resultantes son completamente biodegradables y no generan ninguna clase de residuo tóxico. Hasta ahora era preciso recurrir a plantas de cultivo para producir este tipo de bioplásticos, lo que requería recursos agrícolas que, a su vez, se sustraían a la producción de alimentos. Se trata de un caso similar al del biocombustible: utilizar alimentos para generar energía o plásticos puede ser una fuente de problemas como la inflación o la escasez para abastecer a poblaciones necesitadas. Por suerte, las algas marinas, son un recurso muy abundante que no requiere tecnologías agrícolas y ese es el motivo de que los investigadores israelíes se hayan fijado en ellas como la base para estos nuevos bioplásticos que se degradan en el plazo de un año.
El proceso de investigación no ha concluido aún, ya que este proyecto tecnológico también pretende desarrollar métodos para convertir los polímeros resultantes en plásticos con propiedades específicas, como pueden ser las bolsas de plástico o los envases alimentarios.
¿Qué otras materias primas pueden usarse en la producción de bioplásticos?
Los investigadores israelíes no son los únicos inmersos en el desarrollo de plásticos biodegradables. Las bolsas de plástico fabricadas con fécula de patata son una de las técnicas con más arraigo. Una alternativa similar son las bolsas de plástico fabricadas a partir de fécula de mandioca, que se extrae de la raíz de esta planta utilizada con fines gastronómicos en países de África, Latinoamérica y Asia. Pero en ambos casos se utilizan materias primas alimentarias. Por eso, una de las soluciones tecnológicas de mayor interés es la SoluBag, un tipo de bolsa soluble desarrollado por una empresa chilena que utiliza piedra caliza en el proceso de producción. Sus bolsas se disuelven en agua fría en el plazo de cinco minutos, un período sensiblemente inferior a los cuatrocientos años que puede requerir un plástico basado en petróleo para degradarse. Además, al disolverse, la SoluBag solo libera carbono, un compuesto completamente inocuo.
No hay comentarios.